Según un informe de 2022, elaborado por la Comisión Europea, las mujeres representan solo el 25% de los profesionales de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) en la Unión Europea. Cifras similares a las del Silicon Valley, donde las mujeres representan solo el 23% de los empleados técnicos, según un informe de la firma de capital de riesgo Atómico.
Ser mujer y dedicarse a la tecnología debería ser normal, aunque según las cifras no es común. A pesar de que las mujeres son el 48% de la fuerza laboral y que representan el 32% de las carreras STEM, ocupan solamente el 11% de los lugares directivos y cobran de media un 21% menos. Si miramos la representación en startups de tecnologías punteras como el quantum que son las que están por venir, las mujeres brillan por su ausencia. Es decir, en esta nueva economía creciente y que está definiendo nuestro futuro, o nos ponemos o las decisiones están siendo tomadas por grupos minoritarios creando una cultura excluyente.
En la industria tecnológica, las mujeres a menudo se topan con barreras importantes en el acceso a este sector. Algunas de esta barrera son las oportunidades de carrera, la promoción y la igualdad salarial, aspectos que sin duda afectan a la calidad de vida de las mujeres fuera del entorno laboral. La infrarrepresentación de las mujeres en la industria tecnológica tiene consecuencias negativas para la innovación y el progreso tecnológico, ya que limita la diversidad de perspectivas y enfoques, y en consecuencia el avance de la sociedad.
La IA y su impacto en la industria textil
Hemos sido testigos de que la Inteligencia Artificial tiene un efecto sobre todos los sectores, por lo que la industria textil, evidentemente, no iba a quedarse exenta de este fenómeno. Y es que, en especial el sector textil, debe mantenerse siempre actualizado a las nuevas tendencias con el objetivo de abastecer a la población pero, además, mantener su actividad empresarial optimizada.
Inteligencia Artificial, el concepto de moda
Este último año, la inteligencia artificial (IA) ha sido seleccionada como la expresión del año por la Real Academia Española. El uso de la inteligencia artificial es ya masivo, sobre todo estos últimos meses en que la población general habla tanto del famoso Chat GPT, pero hasta hoy su uso había sido silencioso y progresivo.
Pero la reflexión debe ir un paso más allá, y es que no somos conscientes que la inteligencia artificial (IA) afecta a todos los sectores y que detrás de cada algoritmo hay una organización con poca representación femenina. A parte de militar el feminismo algorítmico, hay que auditarlos o crear fideicomisario de datos que confío tendrá la igualdad dentro de sus pruebas, la igualdad digital.
Esta brecha silenciosa está empeorando sea por la falta de digitalización de las mujeres sea por dificultades en el acceso a la tecnología, por cultura o por infrarrepresentación. Según el Foro Económico Mundial, reducir las diferencias de género es uno de los principales objetivos para tener países más prósperos. Si vamos de cabeza hacia la digitalización de todo y a utilizar la IA para todo, las cifras se agravarán, por ello, si no ponemos remedio a tiempo, perderemos el 50% del talento.
Este 2023 será un año clave para la Regulación de la IA en Europa y seguir pensando con inteligencia colectiva para que la utilizamos. La tecnología es una herramienta que el uso que le damos, depende completa y totalmente de nosotros, sin embargo en el caso de la inteligencia artificial, más allá de su programación, se ha convertido en una potente herramienta que ya aprende por sí misma. Como consecuencia, en la actualidad se está formulando una hipótesis acerca de si en la singularidad tecnológica habrá un momento en que la IA supere la capacidad intelectual de los humanos y que perdamos el control. Por ello, resulta fundamental el proceso de su regulación tanto en uso como en limitaciones de poder que se le otorga a esta tecnología.
Los 193 Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobaron la primera recomendación mundial sobre ética de la inteligencia artificial y que aconseja a todos los países preparar sus sistemas educativos promover la adquisición de “competencias previas” para la educación en materia de IA, como la alfabetización básica, la aritmética elemental, las competencias digitales y de codificación y la alfabetización mediática e informacional, así como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la comunicación, las aptitudes socioemocionales y las competencias en materia de ética. Como resumen de estas nuevas metodologías educativas, es que ser o no ser digital, ya no es la cuestión, y por tanto que ser analógico sea un acto voluntario y no por analfabetismo digital.
Lo mismo sucede en otras esferas sociales como en el feminismo. Y es que hoy en día, el feminismo es tecnológico y va de que controlemos los algoritmos y en general la Inteligencia Artificial. Hay que cambiar pancartas por códigos y campañas publicitarias por hackatones.
No hay nada que a los talibanes moleste más que una niña con un libro pues imaginemos esa niña o mujer con acceso a la inteligencia artificial. Este es el feminismo actual, el de la igualdad tecnológica que nos permita ser mujeres y no tener que luchar por tener un una vida digna libre de discriminación algorítmica de ahí “Antes muerta que analógica”. Como decía B.B. King “Lo maravilloso de aprender es que nadie puede arrebatárnoslo”.
PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, troyanos y trolls y rodearos SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores.
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