Llevo una semana en la que pruebo múltiples metaversos. Me he hecho un avatar de mamá cañón para poder olvidar los kilos de más, las canas y las ojeras del corre-corre de la vuelta al cole.
Como parece ser que el COVID -hasta nueva cepa y dosis de vacunación- se ha acabado, hay múltiples conferencias, jornadas y encuentros sobre el metaverso aunque son en vivo y directo (curioso).
La suerte del metaverso es que puedes ser tú sin filtros como en la nueva red social «BeReal», puedes estar mejorado o puedes ser un dibujo animado en 3D (alias avatar).
Empiezan a haber metaversos para todo y para todos, algunos con más utilidad que otros, más evolucionados que otros y más marquetinianos que otros. Es decir hoy en día hay entornos digitales con gemelos digitales o entornos colaborativos digitales para hacer pruebas de procesos de una empresa industrial que ayudan a la toma de decisiones a medio-largo plazo. También los hay que sirven para la venta de productos, destinos turísticos o buscar pareja sea humano o avatar.
Los más interesantes son estos mundos sintéticos basados en entornos colaborativos industriales, educativos, comerciales o experienciales en donde simular experiencias que en la realidad serían muy caras y que conectan personas o empresas a distancia, son y serán la antesala para predecir, probar, testear y diseñar grandes avances.
Esta semana leo que @Jaron Lanierel , quien encuñó el termino de realidad virtual y autor de “Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato”, ha declarado que “Si el metaverso funciona con el mismo modelo de negocio que las redes sociales, destruirá a la humanidad” en el sentido que debemos entender que el metaverso no es una democracia. Ni eres dueño de tus datos ni tienes derecho a voto».
Es decir que ya puedes estudiar derecho en el metaverso, casarte, hacer control parental o decorar tu chalet de lujo, pero cuidado que no dejan de ser servicios privados -no públicos como en el mundo analógico-. A mi me gusta el de decorar porque como dicen mis hijos: Mami, tu adoras el metaverso porque no tienes que pasar la escoba.
El problema es que mis hijos viven en casa, quieren a su mami en vivo cuando les duele algo, se educan en una escuela pública y aunque mi momento metaverso sea pulcro, ellos siguen necesitando su dosis de macarrones, su ropa limpita, su salud supervisada y la escoba preparada para lo que pueda pasar.
PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls (T-) y rodearos de Sinergentes que siempre suman aptitudes, conocimiento, equipo y valores.